El cancionero de la abuela

¿Cuántos de nosostros no hemos pensado en que los abuelos, por más olvidados que estén; siempre serán queridos (en cierta forma)?
Bueno, para explicarme mejor, recordemos todo lo que una persona hace:
Nace, crece, se reproduce y muere, pero fuera de estos confines, me pregunto; los abuelos que han desarrollado todas sus funciones vitales importantes para seguir con la muerte, ¿ya no sirven para nada?

Si en México vemos a un anciano pobre, no nos preocupamos tanto así como si viéramos a un niño o algun adulto de primera fase en estas mismas condiciones.
Mi abuela hace mucho hincapié en que todas las personas, teniendo la edad que tengan, no dejan de ser personas; y que por lo tanto deben ser queridas y no OLVIDADAS, como muchos hijos desagradecidos dejan a sus padres.

Ahora se preguntarán: ¿Por qué el título de esta maldita entrada es "El cancionero de la abuela"?
Pues bien, anteriormente, todas las niñas llevaban un refranero, donde contaban sus anécdotas de formas agradables pero en frases muy alusivas, concretas. Cuando eran adolescentes; era común que cambiaran el refranero por un libro de los trabalenguas (o "Tribos", como ellos le llamaban), y para la edad adulta, cambiaban los Tribos por el cancionero.

En el cancionero ellas develaban todo tipo de emociones. Las madres se encargaban de construir canciones para sus recién nacidos (pues ya habían tenido experiencia durante toda su larga vida), pero sobre todo; las abuelas se encargaban de cuidar a sus queridos nietos mientras las madres salían.

En el cancionero también expresaban lo que pensaban de X o Y persona, y por lo tanto; si alguien más lo leía, seguro podían tener problemas, por lo que eran escondidos en un lugar, el cual; para la anciana, era muy secreto y casi indescifrable.

Ahora pregúntenme: "
¿A qué viene todo esto al caso?"

Casi todos los cancioneros comienzan de una forma muy feliz y terminan con desgarradoras historias que partirían el corazón petrificado. Las ancianas terminaban diciendo que creían el no haber tenido una vida suficientemente productiva, y que solo esperaban a la muerte (tal vez por que solo así se sentirían útiles para algo: no existir)

Ahora bien, ya dichos los hechos, ¿qué sehuiremos haciendo? ¿dejaremos que nuestros ancianos caigan en el error de pensar cosas que no son ciertas? o ¿les daremos lo que necesitan para poder llevar una vida propia de un ser humano?

Deberíamos pensarlo.