Degradándose

Puede ser llamado animal a todo ser humano más no todo animal se jacta de ser llamado ser humano.

Si somos conscientes en lo que pensamos, nos daremos cuenta de que todos nosotros, obviamente me refiero a los que podemos y no leer; siendo seres humanos, tenemos la capacidad innata de decidir entre lo que es de nosotros y lo del prójimo. Podemos intercambiar ideas y comentrios, e incluso hacer viajes espaciales a través de lo que todos llamamos cerebro.

Para mí, el cerebro no es menos que un portal polidimensional, nos ayuda a entrar; pero nunca nos permite salir. Nuestro cerebro, por ser el más complejo, tiene microestrcturas que van también explorando desde lo más simple hasta lo más complejo.

Bien lo decía mi gran compañero de trabajo William Shakespeare:

Bulliciosa tendencia de amplios confines, debastante lujuria de cortos momentos.

A lo que él se refería con esta frase, es que nosotros, como humanidad,
estamos aprovechándonos de nuestras supuestas capacidades; para brindarnos
momentos tan pequeños de placer, pero tan pequeños, que el mismo ser humano
tiende a regresar a lo que se lo brindó, aún así de haber sido algo
malo por lo que lo llamaban loco.

Tal vez ni nosotros mismos nos demos cuenta de los hábitos tan fulminantes que practicamos, pero con un esfuerzo SOBRENATURAL, podemos ver que no somos nada más que una simple raza destructiva.

Ahora estaré algo loco por meter aquí a mi gran compañero de vajes: Lemuel Gulliver. El decía que había estado en una tierra de gente miniatura, para después llegar a una en la que la miniatura era él (por lo que lo consideraban loco). Pero sobre todas las cosas, Gulliver sabía, al igual que yo, que había dos tipos de especie, llamándolas diferente.

Los juimil eran especies parecidas a los caballos, sujetos que nunca envidiaban, nunca se mataban por obtener comida; al contrario, se la dejaban entre ellos. En esta especie no se notaba una deseperación por sobrevivir.

Los jajoos eran especímenes muy precidos a los SERES HUMANOS, los cuales peleaban por la comida, usaban garrafales métodos de sedución y comunicación y demostraban una desesperación extrema de sobrevivencia.

Los juimil no sabían qué era una transacción, no sabían como desgarrar la carne de otra especie; los jajoos tenían (en un sentido malo) la mente más abierta.

Ambas especies coexistían, solamente que los juimil gobernaban a los jajoos por su impresionante fuerza y gran dominancia.

¿A qué tiene que ver esto con Shakespeare?

Pues bien, todo se relaciona desde el momento en que mi cogitabundo señor Don Alonso Quijana, y respetando su decisión; Don Quijote de la Mancha; creado por mi compañero escritor Don Miguel de Cervantez Saavedra; mencionaba cosas en las que demostraba predicar los valores universales y en las cuales él podía jactarse de ser llamado un completo juimil en forma física de jajoo, obviamente teniendo que pasar por la desventura de haber sido considerado como un lunático total.

Es la raza humana, la que se come a si misma, uno no puede demostrar lo que es si es un charlatán; nada en este mundo de humanoides y formas concretas puede demostrar intenciones piadosas a partir de una sagaz batalla por la vida, sería mejor romper con lo habitual, y volvernos un noble de corazón. Nadie es noble hasta que no es caballero. Pero aquel que no es noble ni caballero, es un encantador de alegrías.

Así como usted lo ha leído, nada más ni nada menos; yo creo que lo más importante para nosotros como seres humanos es planear bien.

¡Es qué solo hay pocos, muy pocos! ¿Por qué nadie entiende que a veces la locura es la mejor cordura? No lo entiendo, debería usted ver mi expresión en este momento, el escribir esta entrada.

Todos estos grandes héroes (para mí) fueron considerados locos, e incluso metidos a prisión por su supuesta "discordia". Ja ja ja, no me haga reír ciudadano, que aquellas muestras de coraje en contra de su misma especie,no son más que demostraciones de odio, rencor y lujuria; pero sobre todo de COBARDÍA por no entender lo que en verdad se quiere decir.

Pero es mi deber criticar los ámbitos degradantes de lo normal, recuerde que solo estamos charlando con la vida.

A partir de esto, me parece buena idea proponerle lo siguiente; aquí entre usted y yo, elija

¿Qué desea ser usted?

A ojos de mi amigo Shakespeare:

1) Bullicio

2) Tendencia

A los de mi compañero Gulliver:

1) Juimil

2) Jajoo

O a los de mi gran coadyuvante Don Quijote de la Mancha:

1) Noble o caballero

2) Encantador de alegrías

Sea cuál sea su decisión, recuerde que todas son lo mismo, nunca se impresione por lo que ha hecho, sino por lo que puede llegar a hacer; porque solo de esta forma, podrá llegar a ser el juimil de su manada que cause un bullicio estruendoso para covertirse en un gran caballero que predique los bienes enseñando a los que son suyos (y a los que no también) cómo obener una paz social, y así pueda ser reconocido en el futuro como a lo que actualmente yo llamo:

HUMANO

y no como a lo que he nombrado:

ANIMAL

Por eso es que no todo animal puede ser considerado como humano, pero todo humano es considerado como un animal.

Si tiene alguna duda del texto (por que espero haber dado entender lo que quice dar a entender) no dude en comunicarse con migo a: tricostume@hotmail.com (por msn) o a a00289728@iesm.mx (para mails sencillos)